El 23 de septiembre 2015 llegaron 15 estudiantes de la universidad de Bamberg junto con sus profesores Prof. Dr. Hans-Ingo Radatz, Prof. Dr. Martin Haase y Prof. Dr. Benno Berschin en Alicante, donde los esperó Hanna Budig, la organizadora de esta excursión. Como llegamos casi a la medianoche, sólo dividimos las habitaciones en la Vila Universitària en Sant Vicent y recuperamos fuerzas para los días siguientes.

Nuestra excursión comenzó con una visita a la Universidad de Alicante (Universitat d’Alacant) y un encuentro con el profesor Vicent Martines, cual nos iba a acompañar en unas visitas durante los próximos días. Después de que conociéramos a él y a sus estudiantes, Prof. Radatz introdujo la Universidad y la ciudad de Bamberg en una ponencia en lengua catalana. Por la tarde visitamos la ciudad de Campello, donde pudimos conocerla en nuestra propia cuenta antes de visitar la Illeta dels Banyets allí. Los descrubrimientos son testigos importantes de la época ibérica y la época romana. A continuación tuvimos la oportunidad de conocer la ciudad de Alicante. Mientras algunos aprovecharon para dar una visita al Castillo de Santa Barbera o a la playa, otros regresaron antes al hotel para recuperar fuerzas.

El Viernes visitamos Elche (Elx), una ciudad en la provincia de Alicante dentro de la Comunidad Valencia.  Allí, nuestro guía nos informó que fue fundada por los iberos y luego conquistada por los romanos, bajo cuyo dominio se desarrolló aún más, antes de ser conquistada por los musulmanes en el siglo XIII. Eran los árabes quienes dieron el nombre a la ciudad de Elche. Nuestra visita guiada nos llevó al bosque gigante de palmeras, llamado “El Palmeral”, que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO desde el año 2000. Otro monumento que visitmos era el “Palacio de Altamira”, construido a finales del siglo XV por el aristócrata Gutierre de Cárdenas. Es muy probale que se construyó ese palacio sobre los restos de un edificio antiguo del siglo XII o XIII lo que formaba parte de la muralla de la ciudad de los almohades. También la basilica de Santa María, construida entre el siglo XVII y XVIII sobre una mezquita antigua, nos impresionó mucho, siendo un buen ejemplo del barroco español. Para terminar la visita guiada, vimos una película sobre el “Misterio de Elche”, otro patrimonio cultural de la humanidad. Antes de regresar a San Vicent paseamos en grupos pequeños por la ciudad y descrubrimos más rincónes maravillosos.

El sábado por la mañana, el bus nos llevó al centro antiguo de Altea, donde hicimos una visita guiada por el centro histórico. El guía no sólo nos contó mucho con respecto a la historia de Altea, una ciudad caracterizada por influencias tanto árabes como cristianas, sino también nos enteramos del libro “las Fallas de Valencia”, un ejemplo clásico de la literatura valenciana que tiene lugar en Altea. Visitar a los escenarios del libro ficticio hizo la guía visitada más especial e interesante. Después de ver un cortometraje sobre la fiesta de los moros y cristianos en el centro turístico de Altea, podíamos participar activamente en esta fiesta popular, donde vimos una gran parte de la población vestida como moros y cristianos, aunque nos costó un poco acostumbrarnos a los ruidos causados por los disparos. Terminamos el día al lado de la playa, con un vaso de vino y una conversación buena con los profesores.

Un punto muy interesante e importante para esta excursión figuró en el programa el día 27 de septiembre, domingo. Conocimos el alcalde de la Nucía, Pedro Lloret, en esta ciudad pequeña, donde la Universitat d’Alacant tiene una sede representativa. Después de algunas ponencias introductorias por parte de nuestros profesores y sus colegas alicantinas, presentamos en ponencias pequeñas lo que habíamos estudiado en el seminario, de cual esta excursion formó parte. A continuación tuvimos otra vez la posibilidad de probar especialidades locales. Primero probamos vino blanco y vino tinto de la región en el Centro educativo medioambiental-CEM de La Nucía , después muchos platos riquísimos en un restaurante en el centro de la ciudad.

Ya el lunes teníamos que salir de Altea rumbo a Valencia. Hicimos una parada en el pueblo “el Poble Nou de Benitatcell”, a donde trajimos el tiempo lluvioso que es tan típico de Alemania. Lamentablemente no pudimos dar una vuelta por la viña debido a  la lluvia. Sin embargo, nos enteramos mediante  una película y una presentación del proyecto con respecto al cultivo de la vid llamada Moscatell. Esta vid no sólo sirve para producir vino, sino también el zumo riquísimo Moscatell - por supuesto nos dieron la oportunidad de probar los dos. Otras pruebas sirvieron para informarnos de los diferentes fases del proceso de maduración del vino Moscatell. Según el programa, debíamos almorzar rodeados por sarmientos bajo un cielo azul, pero por el mal tiempo decidimos almozar en el pueblo cercano de Xàbia, antes de continuar el trayecto a Valencia. Una vez llegados a la pensión ubicada en el centro de Valencia, tuvimos que subir cuatro plantas sin ascensor con nuestro equipaje y casi echábamos de menos los hoteles anteriores de San Vicent y Altea. ¡Pero por fin pudimos explorer a Valencia!

Ya el día siguiente nos dimos cuenta de lo metropolitano y maravilloso que es Valencia. Durante una visita guiada por el centro de la ciudad vimos numerosos edificios antiguos que datan del Siglo de Oro al lado de edificios construídos en la época del Modernismo. Uniendo los diversos estilos, la Catedral de Santa María de Valencia no sólo representa elementos de la gótica valenciana y francesa, del renacimiento y del barroco, sino también las compara. Especialmente las leyendas místicas sobre el Santo Cáliz, al que se adora en una capilla de la cetedral, y un cuadro pintada presupuestamente por Leonardo da Vini contribuyen a la atmósfera especial dentro de la catedral. El Torre de Serrano no sólo es un edificio muy impresionante, sino también lleva unos escudos traicioneros de dragones - y por la pronunción similar de “dragón” y “Aragón” en seguida nos dimos cuenta quiénes realmente eran los que mandaron allí. Otra obra maestra arquitectónica son las pilares en el edificio Lonja de la Sede, imitando al Palmeral gigante de Elche al cual ya admiramos unos días antes. Sin duda contribuyen a darle un aspecto de esplendor y bienestar a ese edificio laico. Especialmente el Mercado central nos llamó la atención por su mezcla de cultura y la oferta de una gran variedad de especialidades culinarias regionales. Aunque de vez en cuando nos pareció raro ver tantos cadáveres de animales expuestos allí, estas vistas no podían quitarnos las ganas de explorer aún más la ciudad y sus riquezas culinarias.

El tercer día en Valencia - el último de la excursión - implicó el encuentro con dos redactores del periódico “La Veu del País Valencià”. El diario, que resultó de un proyecto del año 2012, es el único en lengua valenciana, contribuyendo a la normalización social y política del país. Son impresionantes el gran entusiasmo de los miembros en el que la publicación del diario se funda únicamente y el funcionamiento que se mantiene a través de redes sociales a pesar de la falta de una central de redacción. Después de esta conferencia interesante sobre los medios de comunicación en Valencia y el conflicto lingüístico, conocimos los alrededores de Valencia por el parque natural de Albufera, lo que representaba lo contrario de la vida urbana valenciana. Llegamos a disfrutar de la paella típica según la receta valenciana tradicional y terminamos la excursión en los arrozales y con un viaje en barco por la reserva ecológica. En la tarde era posible visitar la conocida e impresionante Ciudad de las Artes y de las Ciencias, un complejo arquitectónico, cultural y de entretenimiento que se convirtió en el símbolo de la ciudad.

Este día era el fin de una excursión muy buena e interesante, ya que el día siguente ya tuvimos que regresar a Bamberg.

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